🏦 Tras la polémica desatada el fin de semana, con la apertura de Posta 36, hubo aclaraciones e interrogantes. Más allá de la queja de otros boliches y bares, que por no contar con las características económicas y de espacio, se plantean otras cuestiones.
La municipalidad aclaró que la habilitación provisoria para funcionar como bar, está planteada para los salones de fiesta. Además, la secretaria de Control, Carolina Labayrú, detalló que se realizaron inspecciones los 3 días en los que reabrió Posta 36. Habló de controles ocupacionales, sanitarios y demás.
Quizás no exista un incumplimiento de normas, pero con 1000 contagios por día, parece inoportuna la situación. Porque, además, hay restricciones más severas en otros ámbitos cotidianos. Incluso, dentro del mismo rubro, hubo quejas y denuncias de inequidad entre locales de la misma actividad que no obtienen el permiso transitorio. O bien, que no pueden acceder al beneficio por falta de espacio, por ejemplo.
Entre otras cosas, surge la inquietud de Eduardo Toniolli, por una posible tergiversación de rubro. El edil sostiene que los bares no pueden cobrar entrada, y según publicaciones en redes, esto sucedió el fin de semana pasado en Posta 36.
Ante ello, adelantó que solicitará un informe sobre los alcances de la habilitación del lugar, y el resultado de las inspecciones realizadas.
No está de más resaltar que, en medio de las restricciones sanitarias, las imágenes difundidas en redes contrastaban con lo que sucede en espacios públicos abiertos. El mismo lunes, agentes de la GUM desalojaban a los rosarinos que se habían instalado en la rambla Catalunya.
Como mínimo, parece un mensaje contradictorio y que puede desalentar a los recaudos necesarios para contener el avance de la pandemia.
Foto de portada: @pabloamicoj
